Este blog contiene material de apoyo del fic "Siempre Quidditch", spin-off ambientado en el mundo de Harry Potter y protagonizado por Bruce Vaisey. Quidditch, amor, amistad, dolor, superación y mucho más, siempre en busca del mismo objetivo: encontrar la felicidad.

viernes, 28 de diciembre de 2018

¡Tráiler de la historia!

¿Qué hay que hacer en esos días en los que no aparece la inspiración para escribir? Jugar con imágenes es una buena opción. Cuando muchos de esos días se juntan, acaba saliendo esto: el tráiler de Siempre Quidditch.

Aviso: la calidad del vídeo y la edición son de nivel aficionado principiante, así que ¡no esperéis gran cosa! Es principalmente el resultado de un tiempo de entretenimiento, y espero que lo disfrutéis como lo que es, una introducción con imágenes a la historia. Sin más que decir, ¡aquí tenéis el vídeo!



sábado, 8 de diciembre de 2018

Ficha: Erika Thompson

Y con Erika llegamos al final de las fichas de personajes, al menos de momento... Pero antes, es hora de descubrir un poco más sobre la más joven y última de las adquisiciones de los New York Minotaurs.

Erika Thompson (Imagen: Candice Patton)
Fecha y lugar de nacimiento: 30 de enero de 1984, Washington DC, EEUU.

Aspecto físico: Piel de color chocolate, pelo liso y negro, ojos oscuros y profundos.

Lugar de estudios: Instituto de Salem, Negro.

Oficio: Jugadora de quidditch, buscadora.

Número habitual: 10

Equipos en los que ha jugado: Equipo Negro, New York Minotaurs.

Familia: Erika es hija única de un matrimonio exitoso de magos. Su madre es una medimaga respetada a nivel nacional, y su padre se mueve en las altas esferas políticas. Su relación con ellos es buena aunque fría; son unos padres exigentes y solo esperan lo mejor de su hija.

Carácter: Erika es muy inteligente y ambiciosa, reservada, consciente de sus habilidades y arrogante la mayor parte del tiempo. Fría y sin preocuparse por ser sutil, quiere alcanzar el éxito como sus padres y todo y todos lo que no le ayude a ello le parece una pérdida de tiempo. No es una persona sociable, pero no le supone un problema; tiene un reducido círculo de amigos similares a ella y en los que confía, y no necesita a nadie más.

Sobre la imagen escogida: Se parece muchísimo a como debería ser Erika. Como único "pero", Erika tiene solo dieciocho años y debería ser algo más joven... Aunque lo cierto es que aparenta ser más mayor de lo que en realidad es.

miércoles, 14 de noviembre de 2018

Historia extra: Los Traymore saben de amor en el extranjero

Cleo Traymore, prima de Jason, auror y destinada en Irak, encontró el amor donde menos se lo esperaba, en plena guerra, y con quien nunca se habría imaginado: no era ni Sam ni Jack, de quien se había pasado medio enamorada media vida, sino el teniente noruego Ralf Magnussen, con quien en el primer encuentro saltaron chispas... aunque no precisamente de las buenas. Pero eso es otra historia que ya ha recibido su atención. La que nos ocupa hoy también involucra a un Traymore y un lugar muy lejano a Estados Unidos... El Traymore en cuestión es ni más ni menos que Roger Traymore, padre de Cleo; el lugar, Nepal. El año, 1972.

Los protagonistas

Roger Traymore, tal como le conocemos en la historia, es el padre de Cleo, Alison, Elliot y Grace. Nacido en 1951 en el seno de la familia de orígenes antiguos más importante de Texas, fue criado para aspirar a un futuro prometedor, al igual que sus hermanos, primos y el resto de su familia. Fue un Azul en Salem, demostrando su inteligencia, y en la actualidad trabaja como diplomático en la sede del Congreso de Texas en el Departamento de Cooperación Internacional, siendo un experto en las relaciones con otros países. Pero no fue fácil llegar hasta allí...

La coprotagonista de la historia es Lucy Lane, la menor de los hijos de Fred y Pauline, y la única niña tras Alfred, Benjamin y Joseph. Nacida en 1953, fue la única de sus hermanos que siguió los pasos de su madre y fue una Amarillo en Salem. Y al igual que Pauline, siempre sintió deseos de viajar y descubrir qué había más allá del horizonte. En la actualidad, eso se ve reflejado en su trabajo en una agencia de viajes mágica en Houston, Texas, pero empezó muy lejos de allí: su primer empleo nada más salir del Instituto fue como secretaria en el Departamento de Aplicación de la Ley Mágica en la sede del Congreso en Missouri.

Separados por dos años, en Divisiones diferentes, de Estados diferentes, orígenes diferentes y personalidades aún más distintas... ¿Cómo llegaron siquiera a conocerse?

El destino

Tras acabar el Instituto en el verano de 1969, Roger comenzó a trabajar de inmediato en el Departamento de Cooperación Internacional de Texas como asistente; los últimos años en Salem se había interesado cada vez más por la manera en que el mundo mágico se mantenía unido tanto nacional como internacionalmente, y las asignaturas de la rama de Sociología que había tomado solo habían alimentado más su interés, así que no tuvo ninguna duda de adónde dirigirse tras acabar sus estudios. Sin embargo, tras unos meses en el puesto empezó a sentirse frustrado: era un simple asistente, y nadie le prestaba atención. Intentar contribuir solo le reportaba risas y desdén del resto de gente, que argumentaba que era muy joven y sin experiencia. Tras hacer las pertinentes investigaciones, Roger descubrió que había dos formas de ganar esa experiencia que le faltaba. Una de ellas era pasarse años en el departamento, asistiendo a cientos de reuniones y charlas, escalando muy poco a poco hasta llegar a una posición respetable; la otra era marcharse como representante de Estados Unidos al extranjero durante unos años. Roger siempre había preferido la vía rápida, así que no lo dudó: hizo un curso para poder irse al extranjero en el Congreso, y en enero de 1971, año y medio después de salir del Instituto, llegó a Nepal.

Roger había fantaseado con algún país europeo con mucha historia: Italia, Grecia, Francia o algo similar. También le habría valido Egipto, o tal vez los exóticos Japón o China; pero Nepal era un país frío, pequeño y montañoso, con una comunidad mágica reducida, muggles con una situación bastante tensa y con uno de los mayores problemas de avistamiento de criaturas mágicas de todo el mundo. No era el destino ideal para un diplomático, y no era muy difícil imaginarse que precisamente por eso habían mandado allí al crío de diecinueve años que iba a aceptar cualquier destino con tal de ganar experiencia. Pero a Roger le gustaban los retos, y a pesar de todo lo negativo, en Nepal iba a tener mucha más responsabilidad de la que había tenido hasta el momento. Durante nueve meses trabajó como ayudante del embajador estadounidense, un hombre ya mayor que estaba deseando largarse de un país que le había retenido durante demasiado tiempo, aprendiendo de él todo lo posible. Tras ese tiempo el embajador se marchó finalmente, y Roger ocupó su cargo en octubre de 1971. Tenía veinte años, ningún superior en ese continente y la responsabilidad de coordinar mucho más que el apoyo y las relaciones con Estados Unidos.

En octubre de 1971, Lucy llevaba tres meses fuera del Instituto, dos meses trabajando de secretaria en Missouri para la sede del Congreso, y un mes mortalmente aburrida. Sentía como estaba malgastando su vida entre cuatro paredes sin ventanas, mientras había un mundo enorme allí afuera del que no había visto casi nada. Se moría de ganas de dejarlo todo atrás y largarse a explorar, y un día no lo pensó más: salió pronto de trabajar, llegó a casa cuando no había nadie, metió ropa básica de verano e invierno en una mochila y garabateó una nota para sus padres. Entonces se desapareció hasta la ciudad y, evitando usar medios mágicos, se metió en un autobús hacia el sur. Un día más tarde cruzó la frontera con México. Una semana más tarde estaba en Honduras, dos más tarde había llegado a Colombia, y luego se adentraría en el Amazonas. En febrero de 1972 se permitió usar transporte mágico para largas distancias por primera vez en todo ese tiempo, y pidió un traslador para viajar desde Chile hasta la India. Tras un mes en el país, en marzo cruzó a Nepal.

En cinco meses Lucy había conocido muchos lugares y mucha gente, había descubierto muchas maravillas y había oído sobre muchas otras. En India había escuchado muchas historias fascinantes sobre gente que había avistado yetis en el área del Tíbet; cuando llegó a Katmandú, la capital de Nepal, no le costó mucho esfuerzo encontrar a alguien que le guiara en una expedición a las montañas en busca de las criaturas. Lo que Lucy esperaba que fuera una emocionante aventura casi acabó en tragedia cuando ella y su reducido grupo se quedaron atrapados en una tormenta de nieve en una remota cueva, acechados por un numeroso clan de yetis hambrientos. Solo se salvaron gracias a la rápida intervención de los servicios de emergencia del Ministerio de Magia, pero estaban en problemas: los guías porque lo que estaban haciendo no era del todo legal y les faltaban varios permisos de seguridad, los demás por haber participado de ello, y Lucy en particular por ser extranjera. Salir del lío en el que se había metido requirió la ayuda del embajador de Estados Unidos, que ya tenía bastantes problemas en su vida como para añadir a una despreocupada joven estadounidense que hacía locuras.

Lucy Lane y Roger Traymore
Roger era serio, estricto, trabajador y estaba obsesionado con cumplir con sus tareas a la perfección, incluso con aquellas que no le correspondían a él. No tenía tiempo que perder; tenía que esforzarse en su puesto al máximo y así pronto podría volver a Estados Unidos con un alto cargo. Lucy era curiosa, alegre, comunicativa y despreocupada la mayor parte del tiempo, pero de inmediato sintió una profunda gratitud por el joven que la había sacado de una oscura celda del cuartel de aurores después de que las autoridades locales la amenazaran con graves consecuencias. Lucy decidió que debía devolverle la ayuda, y aunque Roger solo quería librarse de ella pronto para volver a su trabajo habitual, ella no era de las que se rendían; y en su opinión, Roger se estaba comportando como un viejo aburrido cuando ni siquiera había aprovechado su juventud. Lucy tenía la intención de seguir recorriendo el mundo, pero pausó su viaje por un tiempo para "ayudar a vivir" a Roger. Roger protestó mucho porque Lucy no le dejaba nunca en paz, pero lo cierto era que hubiera podido deshacerse de ella sin problemas si lo hubiera querido; pero por muchas veces que pensara en ello, al final nunca lo hacía. Había algo en esa chica que lo impedía.

Pero Lucy necesitaba seguir su viaje, y Roger tenía que quedarse en Nepal. No había pasado nada entre ellos, aunque en ocasiones estuvieron cerca; técnicamente eran solo amigos. Tras tres meses y sintiéndolo mucho, Lucy se marchó. Continuó su viaje por China, Japón, el sur de Asia y Australia y Nueva Zelanda, pero antes de dar el salto a Europa volvió a visitar Nepal. Se dijo que era solo para hacerle una visita, para contarle a Roger todo lo que había descubierto, para ver lo que había cambiado en medio año. Pero cuando Roger le pidió que se quedara con él, lo hizo.

¿Y después?

Roger y Lucy empezaron a salir oficialmente. Ella se quedó trabajando prácticamente con él: no le faltaba experiencia en relaciones internacionales y se le daba bien el contacto por la gente. Tras casi un año, a finales de 1973, Roger recibió una oferta para volver a trabajar en Estados Unidos: estaban francamente impresionados con su desempeño, y le ofrecían un puesto interesante y con una buena dosis de responsabilidad. A aquellas alturas, Roger llevaba casi tres años en Nepal, dos de ellos como embajador. Aceptó la oferta, y Lucy y él hicieron las maletas. Solo que se perdieron durante cuatro meses dando vueltas por Europa hasta que finalmente regresaron a Estados Unidos... Donde se establecieron después de que Pauline Lane le echara la bronca del siglo a su hija por desaparecer durante más de dos años.


La historia de Roger y Lucy se me ocurrió a grandes rasgos hace ya mucho tiempo, cuando le busqué trabajo a toda la familia de Jason. Con el tiempo, se fue desarrollando en algo más detallado... y me dio mucha lástima darme cuenta de que no habría manera de incluir todo eso en el fic original, más allá de unas pocas pistas esparcidas en varios capítulos. Pero no quería quedarme sin contar nada sobre ellos, aunque sea algo tan superficial. Idealmente, en un futuro estos dos tendrían un spin-off para sus aventuras... Pero como de momento eso es muy improbable, habrá que conformarse con conocer su historia.

martes, 16 de octubre de 2018

Ficha: Austin Harding

Hay personas seguras de sí mismas, hay personas que para nada... Y luego está Austin Harding, que tiene autoestima para dar y regalar, además de una frase de ligoteo útil (o no tan útil) para cualquier ocasión.

Austin Harding (Imagen: Shane Harper)
Fecha y lugar de nacimiento: 2 de abril de 1980, Nashville, Tennessee, EEUU.

Aspecto físico: Alto, de ojos castaños y penetrantes, pelo marrón oscuro y perfectamente peinado, con unos marcados abdominales.

Lugar de estudios: Instituto de Salem, Naranja.

Oficio: Jugador de quidditch, guardián.

Número habitual: 2

Equipos en los que ha jugado: Equipo Naranja, Macon Mooncalfs, Rocky Ford Erumpents, Willmar Bears, New York Minotaurs.

Familia: Hijo de magos, Austin tiene un hermano unos cuantos años menor totalmente diferente a él, que fue un Azul; tienen una relación bastante cordial a pesar de eso. En cambio, su modelo a seguir es uno de sus primos mayores, a quien adora y con quien mejor se lleva.

Carácter: Austin rebosa confianza en sí mismo, sabe que es bueno en lo suyo y atractivo, y no duda en usarlo a su favor cuando le hace falta.  Es amistoso, alegre y tiene un gran sentido del humor, lo que le hace granjearse amistades fácilmente; por otra parte, flirtear con chicas es parte de su naturaleza, algo que hace casi como un reflejo, sin mala intención aunque pueda llegar a ponerse pesado. Bajo toda su armadura de autosuficiencia y seguridad, también se esconde un chico que solo quiere encajar, gustar y ser valorado por los demás.

Sobre la imagen escogida: El Austin de mi mente debería sonreír un poco más, pero es lo único que le falta para ser perfecto.

miércoles, 19 de septiembre de 2018

Ficha: Alex McCain

Inquieta, charlatana, rápida como una bala e una fuente de conocimiento inagotable, Alexia "Alex" McCain llega a los Minotaurs y a la vida de Bruce para revolucionarlo todo completamente. Y para hacerlo todo más alegre también, ¿por qué no?

Alex McCain (Imagen: América Valenzuela)
Fecha y lugar de nacimiento: 21 de junio de 1982, Denver, Colorado, EEUU.

Aspecto físico: Delgada y bajita, de cabello castaño rojizo, grandes ojos verdes y nariz larga.

Lugar de estudios: Instituto de Salem, Amarillo.

Oficio: Jugadora de quidditch, cazadora.

Número habitual: 9

Equipos en los que ha jugado: Equipo Amarillo, Boise Bats, Angels' Rockets, New York Minotaurs.

Familia: Alex es hija de muggles e hija única. Adora a sus padres, con los que se comunica prácticamente a diario, pero a quien en realidad quiere más que a nadie es a su abuela por parte de padre, con quien se podría pasar días hablando sin aburrirse nunca.

Carácter: Alex es entusiasta, alegre, algo infantil e inocente, y habla por los codos. Aunque aparenta ser frágil y delicada, es más dura de lo que parece, y más inteligente de lo que aparenta con su aire de no enterarse de nada. 

Sobre la imagen escogida: la Alex de mi imaginación aparenta ser algo más joven, y sonreiría mucho más... Pero por lo demás, es una gran representación de como debería ser.

viernes, 23 de marzo de 2018

Conociendo: Personajes de la temporada 3

En la tercera temporada de Bruce en los Minotaurs, tenemos que enfrentarnos a algunas dolorosas despedidas en el equipo. Amanda y Brian se marchan... Pero llegan Austin, Alex y Erika para sustituirles. Por lo tanto, los jugadores de los Minotaurs de esta temporada y, por tanto, los secundarios más recurrentes, son los que se pueden ver en la foto a continuación (junto a Tracey, Lily, Theodore y Eve, como siempre):


De izquierda a derecha, en primera fila, tenemos a Jeannette, Robert, Fiona, Erika, Alex, Jason, Austin, Gina, Elizabeth y Donald. Detrás, están Tracey, Lily, Theodore y Eve. Las fichas personalizadas de los nuevos saldrán (esperemos que) pronto.

domingo, 18 de febrero de 2018

Conociendo a los New York Minotaurs

Sí, lo sé: ya conocemos a los jugadores de los Minotaurs (o al menos, a casi todos), así que, ¿a qué viene esta entrada? La cuestión es que, a pesar de que Bruce y compañía sean la parte más importante del equipo, hay más gente trabajando con ellos, asegurándose de que se esfuercen al máximo e intenten ganar todo lo posible. Y esa gente, que a veces no parece tan importante, también se merece su reconocimiento.

David Smith (Imagen: Arthur Darvill)
A la primera persona que conocemos trabajando para los New York Minotaurs es a David Smith. Smith, o David, es el extravagante y a veces excesivamente entusiasta representante deportivo del equipo. Es primo de Gina Smith (una relación de la que no le gusta hablar, ya que a pesar de trabajar juntos, nunca han sido especialmente cercanos ni se han llevado bien), pero a parte de eso, es mucho más conocido por sus eternos discursos motivadores antes de los partidos, sus enormes sonrisas que llegan a ser inquietantes, y su enorme preocupación y dedicación al bienestar de todos los jugadores de los Minotaurs.

Henry Johnson (Imagen: Jesse L. Martin)
Otro de los personajes vitales para el funcionamiento del equipo es el entrenador, Henry Johnson. Ex-jugador de los Minotaurs (además de los Uros, los Rockets y la selección nacional estadounidense), el entrenador Johnson cuenta con nada menos que cinco Ligas en su palmarés, además de un buen puñado de premios individuales. Conocido por su severidad, es poco hablador, directo y no quiere saber nada de temas personales de sus jugadores, pero es inteligente y un excelente estratega. Es terriblemente difícil verle sonreír... aunque hay quién asegura haberle visto hacer el intento ante alguna jugada especialmente brillante de alguno de sus jugadores.

Aaron Williams (Imagen: Rafa Benítez)
El presidente y máximo dirigente de los New York Minotaurs es Aaron Williams, uno de los magos más ricos de Estados Unidos. Es dueño de una vasta mayoría de empresas y negocios del mundo mágico, además de ser noticia habitualmente por sus escándalos (que hace tiempo que dejaron de incluir sus llamativas decisiones de vestuario, especialmente en lo que refiere a sus corbatas). Es un reconocido aficionado acérrimo del quodpot, además de dueño del equipo de la ciudad, los New York Lions, y a pesar de dirigir un equipo de quidditch, no suele demostrar mucho interés por él y raramente acude a los partidos (hay hasta quién rumorea que ni se sabe todas las reglas del juego). Sin embargo, en cuanto hay que salir en una fotografía o representar al equipo en un gran momento, el presidente siempre sabe estar en el lugar perfecto.

Jim (Imagen: Bernabé Fernández)
Joven, larguirucho y normalmente incómodo cuando está rodeado de gente, Jim es el encargado de escobas del equipo. Poco hablador y socialmente bastante negado, Jim lo compensa dedicándose a fondo al mantenimiento de las escobas, a las que cuida con más cariño del que la mayoría de gente suele demostrar por otros seres humanos. Su dedicación a veces raya en lo maniático, poniéndose excesivamente nervioso cuando alguien coge una escoba fuera de las horas de entrenamiento, o incluso cuando los jugadores las dejan en el suelo sin ningún tipo de cuidado. A pesar de todo eso, Jim es agradable y se esfuerza por caer bien a la gente: solo necesita algo de ayuda.

Emily (Imagen: Michelle Harrison)
Paul (Imagen: Tom Cavanagh)
Aunque Emily y Paul no están juntos (y de hecho, cada uno tiene su propia familia y su vida fuera del equipo), los preparadores deportivos de los New York Minotaurs a veces parecen uno solo, ya que siempre van juntos, trabajan codo con codo y su amistad es excelente. Tienen prácticamente la misma edad, y aunque Emily empezó a trabajar con los Minotaurs unos pocos años antes, para todo el mundo parece que llevan toda la vida allí. Ambos son sonrientes, hábiles y unos profesionales excelentes, que siempre hacen sentir a los jugadores que están en las mejores manos. Las pocas diferencias que hay entre ellos son especialmente notables durante los partidos del equipo: mientras que Paul tiene que aguantarse las ganas de comerse las uñas por los nervios y esforzarse por mantenerse quieto en su sitio, Emily es la calma en persona, capaz de tranquilizar hasta al mismo entrenador Johnson... Al menos, hasta que se lesiona alguno de sus jugadores, momento en el que ambos saltan de inmediato para buscar la mejor solución rápidamente, con su habitual sincronización y efectividad.

Rosalie (Imagen: Carmen Machi)
Y por último, pero no por ello menos importante, está Rosalie. Rosalie se encarga de llevar las cuentas del equipo, pero es mucho más que eso: su familia ha estado ligada de una forma u otra a los Minotaurs desde hace varias generaciones, y Rosalie, que lleva toda una vida en el equipo y pasa en la oficina más horas que nadie, es como una madre para muchos de los trabajadores, especialmente para los jugadores más jóvenes. Comprensiva, cariñosa y siempre con palabras para intentar subir los ánimos, es capaz de hacer sentir a cualquiera como si estuviera en familia.

Y aunque estos sean los conocidos, hay muchos más: desde médicos hasta empleados de mantenimiento, pasando por los ojeadores, contables, representantes... Un equipo mucho más grande de lo que parece, siempre ocupándose de que los Minotaurs sean el gran equipo que son actualmente.